En Berlín existe una confluencia, un claro contraste, la ruptura entre lo viejo y lo nuevo, entre el inmovilismo y el progreso, entre las culturas y las personas.
Uno de los factores predominantes es su calidad de vida urbana, que por una parte ofrece la posibilidad de encontrarse en el núcleo del paso al nuevo milenio y establecer contacto con otras muchas nacionalidades, y por otra, la de dar el pequeño paso que separa de la completa soledad y de la tranquilidad que brinda la naturaleza, que se manifiesta en un paisaje fascinante compuesto por grandes lagos, parques y bosques que ocupan casi un tercio de la ciudad.
Lago Müggelsee, Berlín
Además de esta envidiable situación, la capital de Alemania es una metrópoli con un «aire especial», que se genera en todos los parques y lugares verdes que existen en el interior, como por ejemplo: el Tiergarten, el Jardín Botánico, y el Jardín Zoológico, el más grande y con más variedad de especies de toda Europa.
El deporte ha desempeñado en Berlín siempre una destacada función desde Max Schmeling, quien celebrara sus triunfos en los años treinta, hasta Franziska von Almsick, la actual coleccionista de medallas de oro en natación.
Miles de berlineses de toda procedencia son miembros de las muchas agrupaciones deportivas de la ciudad. En Berlín, tienen lugar frecuentemente grandes acontecimientos de este tipo, la final de la Copa de Fútbol de Alemania, el Maratón de Berlín, la legendaria Carrera de los Seis Días y el Campeonato del Mundo de Ciclismo en Pista.
En fin, Berlín acoge a todos los turistas con su misticismo y tranquilidad a la vez de hacerse un lugar propicio para tantas actividades deportivas que son tan llamativas e interesantes, así que si pasas por Berlín algún deporte tendrás que practicar.
