La búsqueda de la ola perfecta nunca termina para los surfistas. Con el único apoyo de su tabla, estos amantes de la naturaleza se lanzan a su particular aventura con un solo objetivo: el de superarse cada vez que desafían a las leyes que marcan las mareas, los vientos y las corrientes de los mares y océanos de este planeta.
Hay numerosos lugares indicados para practicar este bello deporte que siempre está en contacto con el agua, pero uno de los destinos más preferidos por los surfistas ha sido y será El Salvador.
Algunos piensan que este pequeño país centroamericano no tiene rival, por la excelsa calidad y regularidad de sus olas en sus playas tropicales. A lo largo de 352 km de costas bañadas por el Océano Pacífico, se suceden las playas (casi todas con fuerte oleaje), en las que existen muchas desembocaduras, donde se puede esperar pacientemente la llegada de las olas apropiadas para cada surfista.
Además de un fuerte oleaje continuado, las playas salvadoreñas no suelen estar atestadas de gente, con lo que siempre hay oportunidades para todos. A sólo 45 kilómetros al sur de la capital, San Salvador, se encuentran las primeras playas; equipadas con buenos lugares de alojamiento (hoteles lujosos, apartamentos) junto con establecimientos pequeños, que han surgido en los últimos años, preparados para atender las necesidades de los surfistas. La mayoría de estos sitios se encuentran en la playa, y ofrecen habitaciones cómodas y un buen servicio. La ventaja de alojarse en uno de ellos radica en la posibilidad de practicar este deporte a cualquier hora del día, sólo hay que levantarse de la cama a la hora deseada, y lanzarse al agua en busca de las primera olas solitarias de la mañana.
Uno de los lugares más especiales es Punta Roca en el puerto de La Libertad. Allí las fuertes mareas crean muchos túneles, especialmente de julio a noviembre, cuando el viento sopla a favor. Pero esto es sólo el principio, porque tomando la carretera del litoral hacia el oriente desde La Libertad, los surfistas tendrán a su alcance grandes desembocaduras de ríos, donde pueden pasar horas y horas gozando con el oleaje. Y a muy poca distancia de la desembocadura del Río Jiboa, las playas están llenas de pequeños esteros (reservas vitales para muchas especies de animales, incluyendo las aves marinas y migratorias). El más grande, el de Jaltepeque, es ideal para pasar un día, nadando y practicando el surf a la orilla del Pacífico. El paisaje es idílico y en él viven muchos ejemplares de aves zancudas y marinas.
La playa más lejana hacia el oriente se encuentra en el Golfo de Fonseca, muy cerca de la frontera natural con Honduras. Estos lugares de arena blanca y naturaleza espectacular, dejarán sin aliento a todos los visitantes. Las dos islas que alcanzan a ver desde la orilla, Conchangüita y Meanguera, constituyen un primer plano perfecto cuando el sol empieza a hundirse en el horizonte. Entre El Espino (olas fuertes para «surfear» sin descanso) y Tamarindo esperan maravillosas extensiones de playas salpicadas de aldeas de pescadores, que en el momento que vean a una persona «atada» a su tabla, le atenderán como se merece.
El litoral se ve bruscamente interrumpido por puntas rocosas que forman largas bahías arenosas con arrecifes y plataformas. De abril a octubre, el viento es más consistente, creando excelentes oleajes que sorprenderán, incluso al más osado de los surfistas. Además esta zona tan alejada de las grandes ciudades, ofrece la posibilidad de relajarse y dejar un rato la tabla, para aprovechar la estancia; y visitar lagos, viejos volcanes, y otros lugares dignos de ser explorados.
Pero si desde La Libertad, el surfista se encamina al occidente del país, playas de gran belleza y prestigio como el Zunzal, en la que la marea es bastante regular y algunas olas que corren hacia la izquierda llegan hasta la orilla; o La Bocana, esperan a estos deportistas aventureros que sólo necesitan su tabla y unas condiciones mínimas del mar, que sin duda este país cumple muchísimas veces en todos los días del año.
Sin embargo nos hemos reservado para el final el mejor lugar para practicar el sur en El Salvador. Un poco más lejos de estas dos playas anteriormente citadas, está Los Cobanos, una playa que tiene gran fama porque allí se originan las olas más grandes de todo este país centroamericano. Allí, cerca de la ciudad de Sonsonate y no muy lejos de la frontera con Guatemala, se podría decir sin miedo a equivocarse, que estamos ante el «paraíso» de todos los amantes de este deporte por excelencia. Sólo es un lugar adecuado para aquellos más experimentados y también para los que les gusta vivir emociones fuertes; por el alojamiento no hay que preocuparse, eso si hay que estar atento porque Los Cobanos sólo posee un hotel.
Bueno todas estas playas son los poderes de El Salvador, consideradas por los surfistas como de las mejores del mundo. Si realmente se quiere disfrutar plenamente de estas olas, la mejor temporada para acercarse a este país bañado por el Oceáno Pacífico, es la lluviosa que dura desde junio a noviembre. La razón es la siguiente: las lluvias en las tierras altas provoca crecidas en los ríos que fluyen hacia el mar, formando corrientes rápidas en las desembocaduras. El oleaje también tiende a aumentar durante esta estación, debido al incremento en la velocidad del viento.
Los más intrépidos han encontrado olas y playas vacías, muchos lugares para disfrutar y descubrir, y la posibilidad de gozar de la hospitalidad de sus gentes, a la hora de elegir como destino para practicar su deporte favorito El Salvador, así que todos los que les gusta cabalgar por encima de las olas, y quieran experimentar sensaciones totalmente nuevas y desconocidas, ya saben donde tienen que venir en sus próximas vacaciones.
Información adicional
Para cualquier información relacionada con las propuestas que ofrece este país lo mejor es ponerse en contacto con la:
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