Muchos de nosotros no sabemos que Santorini es una isla que hemos visto mil veces, ya que allí se retratan y filman infinidad de campañas publicitarias y sesiones de fotos de moda, las que usan como fondo las casas blancas de Santorini, que parecen flotar sobre el mar Egeo; y muchos de esos anuncios son retratados en algunos de sus increíbles hoteles, de los que hablaremos más tarde.
A lo ancho y alto de un enorme acantilado de más de treinta mil metros de altura parecen «brotar» los pueblitos de esta isla griega, parte de las islas Cíclades; La isla es en realidad como dos islas; en un lado tenemos el volcán, cuyo enorme cráter está ahora lleno de agua y las pequeñas villas de Thira o Fira y Oia.
Fira es la más visitada de todas las islas griegas, la que dicen fue «creada» cuando un volcán hizo erupción hace miles de años y la que recibe más visitas de los turistas, además de que si subimos a sus antiguas ruinas podremos ver uno de los atardeceres más bellos del universo, mientras que Oia es más tranquila. Y del otro lado tenemos las playas de arena negra de Persia y Kamari, en las que se pueden comer unos pequeños tomates fritos llamados «domatokeftedes«, y donde la gente se broncea por horas al borde el Egeo.
La recomiendan a aquellos que siempre andan diciendo que «quisieran» escaparse a una isla desierta». También se recomienda Santorini a las personas que gustan de la aventura, aunque -hay que admitirlo- ya NO es la isla pacífica y medio «salvaje» de antes, pues miles de turistas europeos la adoran, pero SI es un sitio donde casi nos sentimos a punto de tocar el Olimpo de esos dioses griegos de los que oímos hablar desde pequeños.
Por lo tanto, se recomiendan unas vacaciones a Santorini a aquellos que buscan una experiencia excitante y sorprendente, combinando quizás 4 ó 5 días de descanso en la isla, después de unos 3 ó 4 días en Atenas y seguidos de unos 3 ó 4 días en Estambul, para así tener un viaje casi perfecto a esta parte del mundo.
Si les gusta la fotografía, también encontrarán aquí un paraíso de imágenes, pues Santorini es como una serie continua de fotos de lugares idílicos, una detrás de la otra… Casas e iglesias blancas como el coco, con preciosas buganvillas, que como cascadas parecen descender por los acantilados.
Mujeres nativas, vestidas de negro con la cabeza cubierta por el eterno pañuelo. El cielo azul, azul, azul ¡que parece lo podemos tocar por lo cerca que se ve! Atardeceres como pinturas pastel, en que el sol se torna dorado y color rosa las casas blancas. Y debajo de todo, el mar, ¡en todas las tonalidades turquesa que podemos imaginar!
Cuenta la historia que en el siglo XIV A.C. ocurrió la erupción del volcán de Santorini (el que hoy en día duerme y en cuyas laderas hay bares, restaurantes y todo tipo de lugares desde donde ver caer el sol en el Egeo), la que causó el maremoto que destruyó Creta (incluyendo los laberintos de Minotauro!) y fue uno de los cataclismos más horribles de la historia de la humanidad.
Se especula que la gente que vivía en Santorini era parte de la civilización de Atlántida, y las playas negras de la isla tienen su origen en aquella erupción, igual que las islitas que surgieron de las aguas-en medio del cráter del volcán- las que se pueden visitar en excursiones.
Hoteles en Santorini
Sin embargo, hay cosas más importantes en Santorini que su museo arqueológico, sus bares, sus muchos clubes nocturnos, sus cafés, sus pintorescos habitantes o sus playas… y sus hoteles que son considerados entre los más originales y espectaculares del mundo.
El hotel Vedema está situado junto a un viñedo, que produce un vino muy rico, y donde vive el dueño del hotel en una villa preciosa. Muchas de las casitas tienen unas terrazas desde donde vemos el viñedo y los acantilados rojos de una playa cercana. En la noche se puede cenar en el restaurante Vedema, donde una de sus especialidades son las costillas de cordero y el «couscous» de alcachofas. ¿Cómo podemos pasar el día aquí? En la piscina, tomando sol y dándonos masajes al aire libre, visitando la playita privada del Vedema, recorriendo la isla, ¡y comiendo y bebiendo bárbaro! El hotel abre del 1 de mayo al 20 de octubre.
Las casitas de 1, 2 ó 3 dormitorios tienen paredes blancas, aire acondicionado, TV y muebles muy simples, que nos hacen sentir muy «en paz». Algunos de los baños son de mármol y tienen lavamanos empotrados en la madera clara de la isla. Junto a la piscina del hotel está el restaurante Pérgola, con una vista al Egeo preciosa, y ambiente casual y encantador. Sus panes son exquisitos (incluyendo el de aceite de oliva y aceitunas), igual que su pollo al estilo «manouvis«, hecho con queso en feta.
Por supuesto en Santorini hay otros hoteles de Primera clase, muy buenos y menos caros, que además ofrecen «paquetes» muy convenientes, como el Roccabella, las villas Petrino, Homeric Poems, porque la idea es pasar unas super vacaciones y conocer lo que puedas abarcar siempre disfrutando de cada lugar donde vayas.