El Parque Nacional del Abruzo es uno de los más queridos y visitados de Italia.
Una naturaleza privilegiada y una perfecta adaptación del hombre al medio natural, permiten disfrutar de un turismo en el que el medio rural y la naturaleza ofrecen todos los atractivos imaginables para los amantes de la montaña, que, además, encontrarán alojamiento en albergues, refugios y pequeñas fincas. También podrán probar la gastronomía de la zona en pequeños y sencillos restaurantes donde ofrecen una carta consistente y con productos y especialidades de la región.
Situada en la península de su mismo nombre, de cara al océano Atlántico tiene un carácter misterioso, legendario y celta; enfrentada al mar, la región de Bretaña está rodeada de costas con evocadores nombres, como la del Granito Rosa, la Costa Esmeralda, la Costa de Cornualles, la de los Megalitos, la Costa de Goëlo, el Mar de Iriose o la Costa del Amor, al sur de la Península bretona.
Cada año, cerca de un millón de visitantes concurren en este parque nacional. En sus grandes extensiones boscosas viven los lobos, los rebecos, los ciervos y los osos, símbolo del Parque Nacional. El parque tiene una extensión de 25.000 hectáreas, de las que 4.000 están formadas por bosques. Las especies arborícolas más abundantes son las hayas y los pinos negros.
Son abundantes las rutas y senderos por los que recorrer el Parque Nacional del Abruzo. Para no perderse, existe un mapa detallado de todo el parque, indicando recorridos y refugios, incluidos los accesos por los que se puede acceder en coche, como el Refugio del Diablo o Forca d’Acero. Otros refugios pertenecen al Ente del Parque, debiendo solicitarse permiso para utilizarlos en el propio ente gestor.
Estas son algunas de las sugerencias de rutas y excursiones que se pueden llevar a cabo en el Parque Nacional del Abruzo:
Primer punto de partida
Civitella Alfedena, un pueblecito situado a 1121 metros de altitud, levantado en la roca y con vistas al Lago de Barrea. En él se encuentra el curioso Museo del Lobo y varias tiendas de artesanía local. Será el punto de partida de esta primera ruta.
Ruta 1: De Civitella Alfedena al Lago Vivo (1591 metros) Tiempo marcha a pie: 2,30 horas (ida)
Ruta 2: De Civitella Alfedena a Monte Petroso (2249 metros) por Val di Rose. Tiempo de marcha a pie: 4 horas (ida)
Segundo punto de partida
Pescasseroli, centro turístico dotado de infraestructura turística y pistas de esquí. Situado en el Valle del Sangro.
Ruta 1: Desde Opi al Passaggio de l’Orso (1672 metros) por Val Fondillo. Tiempo de marcha a pie: 2 horas (ida).
Ruta 2: Desde la Forca d’Acero (1530 metros) hasta el Monte Tranquillo (1841 metros) y el santuario de igual nombre. Tiempo de marcha a pie: 3 horas (ida).
Tercer punto de partida
Barrea. Este pueblo se haya en lo alto de un promontorio, dominando el lago del mismo nombre en la parte oriental del parque. Como alojamiento hay una posada y un albergue.
Ruta 1: De Barrea a Monte Greco (2285 metros) pasando por Monte Rotondo. Tiempo de marcha a pie: 4 horas (ida).
Cuarto punto de partida
Villavallelonga: Villavalelonga es un pueblecito situado en la zona oeste del parque.
Ruta 1: desde Villavalelonga al Refugio Coppo dell’Orso (1860 metros). Tiempo de marcha a pie: 3 horas (ida).
Quinto punto de partida: Scanno. Este pueblo es uno de los centros turísticos más importantes y conocidos de todo el Abruzo. Situado sobre el lago del mismo nombre, en el valle se encuentran numerosas gargantas que llevan hasta Sulmona.
Ruta 1: Desde Scanno a la reserva integral del Feudo Intramonti y al Valle Orsana. Tiempo de marcha a pie: 1,30 horas (ida).
Muchas entradas, un solo destino y un mismo objetivo, pasarla bien y conocer un poco más acerca de la fauna silvestre de la zona en uno de los más grandes parques nacionales como lo es el del Abruzo.
