Tras la inauguración de su Parlamento en el mes de mayo de 1999, Gales ha comenzado a escribir una nueva página en su historia, como país joven y con muchas ganas de transmitir al mundo su propia identidad.
Cada día que pasa sufre una transformación, de las minas a los hoteles de lujo o del carismático cantante Tom Jones al grupo comprometido conocidos como Manic Street Preaches; sin perder sus orígenes celtas y romanos aderezados con la última creación del arquitecto Norman Foster, el Jardín Botánico de Gales, cercano a su capital Cardiff, inaugurado en mayo del 2000, y que cuenta con la mejor selección de especies mediterráneas (el Ayuntamiento de Almuñecar en Granada, ha aportado olivos y flora autóctona). Todo un reto debido a las condiciones climáticas del país, pero para los galeses nada es imposible y si se han empeñado en tener algo único, lo conseguirán sin duda.
Más de 60 empresas japonesas están invirtiendo en el país, y más concretamente en la renovada bahía de Cardiff; un ejemplo de regeneración y rehabilitación en cuyo centro se alza el St. Davis Hotel&Spa, un capricho del más importante hotelero de Europa – Sir Rocco Forte – todo un personaje que no contento con tener más de 200 grandes hoteles (con su cadena Forte – Le Meridien) diseminados por todo el mundo, ha creado una nueva y exclusiva cadena -RF Hotels-, que consta únicamente de establecimientos hoteleros de gran lujo.
El St Davis de Cardiff es un «Spa» para el nuevo milenio, un placer cercano y a precios razonables ya que el país es bastante asequible. Por ejemplo, alojarse un fin de semana (2 noches) en él, con derecho a tres tratamientos de hidroterapia diferentes y desayunos más cenas incluidos.
Pero Gales además es un país en el que hay más iglesias y castillos por metro cuadrado que en ningún lugar de Europa, es donde el viajero se cautivará con leyendas celtas de romances y magia, con relatos del Rey Arturo y Ginebra, e importantes vestigios que intentan demostrar que Camelot existió allí, y es donde nacieron y se inspiraron poetas como Dylan Thomas. Incluso se puede intentar hablar galés, el idioma vivo más antiguo de Europa, aunque esto ya es otra historia.